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las bayonetas puede hacerse todo menos sentarse encima de ellas. Por supuesto que es
posible que en Babur exista una pequeña clase dominante que anhele los beneficios de
todo esto... ¡Hro-o-oh!
Se puso en pie de un salto mientras Chee desenfundaba la pistola que llevaba en una
cartuchera. Entre los árboles había aparecido un coche.
Tranquilos, tranquilos dijo Kittredge riendo y levantándose de su asiento . Trae
suministros extra para alimentaros a vosotros dos.
Adzel se relajó y Chee también, aunque más lentamente, y preguntando:
¿No es un poco arriesgado? Una patrulla de observación podría verlo.
Yo pregunté eso mismo le tranquilizó Kittredge . La señora Falkayn dice que la
familia siempre ha dejado a sus servidores el uso de esta cabaña para cazar cuando no
estaba ocupada por algún familiar o amigo. No hay nada de extraordinario en que alguno
de ellos se dé un pequeño paseo hasta aquí durante unas horas.
El vehículo aterrizó en el claro delante de la cabaña y el piloto descendió del aparato.
Kittredge musitó: «¡No le conozco!», y la mano de Chee se dirigió de nuevo hacia el arma.
Soy un amigo dijo el extraño . Me envía Lady Athena; os traigo comida.
Se acercó, bajo, corpulento, curtido por el sol y el viento, vestido con sencillez y con un
andar ligeramente tambaleante.
Me llamo Sam Romney, de Longstrands.
Hubo presentaciones y apretones de manos. Kittredge trajo cerveza y todo el mundo se
sentó cómodamente.
Soy pescador contaba Romney , dueño de naves e independiente, pero he hecho
con los Falkayn la mayor parte de mis negocios y hemos intimado bastante, de hecho,
hum, uno de sus hombres de Mirkheim está ahora mismo de superintendente en uno de
mis arrastreros en alta mar. Las despensas de Hornbeck no podrán alimentar a alguien de
tu tamaño, Adzel, no sin que se notara demasiado el agujero, así que ayer por la noche la
señora Athena me envió un mensajero pidiéndome que viniese con esto y explicándome
más o menos cómo están las cosas. También piensa, y creo que tiene razón, que podría
ser útil para vosotros tener contactos con el exterior, en estos tiempos en los que nadie
sabe qué va a suceder mañana.
Quizá musitó Chee, que se enroscó sobre un cojín y encendió otro cigarrillo. El
daño que pudiera haberse hecho ya estaba hecho.
Adzel examinó estrechamente al recién llegado.
Perdone le dijo , pero ¿no es usted uno de los Travers?
Claro que sí contestó Romney.
No pretendo dudar de su lealtad, señor, pero se nos ha dado a entender que la
situación social de Hermes es muy conflictiva.
Se puede confiar en los Travers de este dominio señaló Kittredge , si no yo
hubiera sido atrapado hace semanas.
Sí, por supuesto, el fenómeno del servidor leal es razonablemente general dijo
Adzel , y es evidente que el capitán Romney está de nuestra parte. Me pregunto
simplemente cuántos más hay como él.
El marinero escupió en el suelo y contestó:
No lo sé. Eso es una maldición, tener al enemigo entre nosotros, no poder ya decir
en voz alta lo que pensamos. Pero os puedo decir esto: hay muchos Travers que nunca
se han tragado todas esas monsergas del Frente de Liberación. Como yo mismo. No
tengo ninguna queja contra las Familias y los Leales, ni un átomo. Sus antepasados se lo
ganaron, y si ellos no lo mantienen lo pueden perder en juego limpio. Además, una vez
que el gobierno comience a dividir la propiedad, ¿dónde se detendrá? Yo trabajé duro
para conseguir lo que tengo y quiero que mis hijos lo hereden después..., no una pandilla
de vagos que nunca se han molestado en hacer nada por sí mismos, excepto eructar al
unísono cuando su glorioso líder les ordena que lo hagan sacó una pipa y la bolsa de
tabaco y continuó : Además, varios del Frente me han contado, ya sabéis que de todas
formas la gente de vez en cuando habla en plan confidencial, que tampoco ellos están
contentos. No quieren que los cambios sean impuestos por esos reptiles, y que Babur se
valga de un traidor como Strang hace que todo el asunto huela peor todavía. Y ellos, es
decir, los del Frente, no han sido invitados a ninguna conferencia. Strang les ha dedicado
un montón de alabanzas por, como dice él, los nobles ideales que han defendido durante
tanto tiempo... ¡Puaf! Les ha dado unas cuantas palabras bonitas, como quien tira un
hueso a un perro, y eso es todo después de cargar la pipa, la encendió antes de
terminar : Claro que tenemos una minoría, pero bastantes de todos modos, de perros
que están locos de alegría ante las perspectivas que se nos presentan. Tengo que decir
en honor suyo que su líder, Christa Broderick, no se cuenta entre éstos. Pero esto no
quiere decir otra cosa más que todo lo que le queda es un fragmento de la antigua
organización, sin ningún poder efectivo. Puede que cuando se reúna la Gran Asamblea la
Duquesa conserve algo de influencia, pero Broderick no, Broderick no. Adzel buscó los
ojos de Chee, y dijo:
Socia, sospecho que debemos asegurarnos de que Davy habla con Lady Sandra
antes de que se dé a conocer o haga algo irrevocable.
17
Os llamo con motivo del Aniversario de Elvander, Madame declaró la imagen de
Benoni Strang.
Sandra estuvo a punto de perder el control de sí misma durante unos instantes. Había
tenido que controlarse demasiado a menudo, hasta ahora siempre volvía a sentarse,
esperando cansadamente el próximo golpe. Fuera resonaban los truenos; y volvió a
escuchar la trompeta del viento y la marcha de la lluvia, como si Pete estuviese
cabalgando a su lado. Se irguió en su asiento y replicó fríamente:
¿Y qué ocurre? Aún falta un mes.
Siempre es de sabios prevenir los acontecimientos, Madame dijo Strang . Os
suplico que anunciéis que este año no se celebrará públicamente esta fiesta, en vista de
la emergencia; que estarán prohibidas cualquier tipo de manifestaciones.
¿Cómo? ¿En la principal fiesta de nuestro planeta?
Exactamente, Madame. El riesgo de una avalancha de emociones es demasiado
alto. Los ciudadanos que lo deseen pueden celebrarlo tranquilamente en sus hogares,
pero tampoco podemos permitir fiestas privadas demasiado numerosas. Las iglesias
deben permanecer cerradas.
En realidad, era de esperar, pensó Sandra. Pero el más antiguo de todos sus
recuerdos era su padre levantándola en brazos por encima de una multitud en Riverside
Common, para que pudiese ver la cascada de fuegos artificiales que saltaba desde una
barcaza cubierta de banderas; el agua parecía viva con tanta luz.
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